Infusiones de vitaminas

A diferencia de los suplementos orales que pueden perder parte de su eficacia durante el proceso de digestión, las infusiones de vitaminas permiten una absorción más rápida y eficiente. Al administrar directamente los nutrientes en el torrente sanguíneo, se maximiza la disponibilidad para las células del cuerpo. Sabemos hoy que no basta con tener niveles ``correctos`` de nutrientes en la sangre; en caso de patologías, son estos mismos los que se encargarán de solventar diversas rutas fisiopatológicas que conllevan a la enfermedad. Por lo tanto, se usan a pesar de tener valores normales en análisis y a dosis diferentes a las que conocemos que solamente evitan su déficit.

A lo largo de nuestra vida, y estrechamente vinculado a nuestro estilo de vida, vamos acumulando toxinas, principalmente en el tejido graso. El hígado es el encargado de desintoxicar continuamente nuestro organismo, por lo que es crucial mantener niveles adecuados de diversas sustancias como vitaminas B, vitamina A, vitamina E, aminoácidos, colina, glutatión, entre otras. Muchas de estas sustancias pueden ser administradas por vía endovenosa para respaldar esta función detoxificadora.

Producto de nuestra vida cotidiana, experimentamos un elevado grado de inflamación y, por consiguiente, de oxidación celular, lo que se manifiesta en nuestro proceso de envejecimiento celular y fisiológico. Aunque los nutrientes con alto contenido antioxidante son fundamentales, no siempre son adecuados para contrarrestar estos niveles de oxidación; por ello, la administración de antioxidantes por vía endovenosa proporciona un nivel de antioxidación inigualable y necesario.

Un incorrecto funcionamiento del sistema inmune muchas veces es secundario a lo que llamamos “hambre oculta” o déficit de micronutrientes; por ello, administrar algunos de estos micronutrientes nos permite modular y optimizar la función del sistema inmunológico, que no solo consiste en defendernos frente a patógenos, sino también en ser anti-inflamatorio, responder frente a alérgenos, y ayudar a la apoptosis o destrucción de células disfuncionales o envejecidas, entre otras funciones.

En las diversas funciones de nuestros neurotransmisores intervienen varios micronutrientes como cofactores, los cuales podrían encontrarse en niveles bajos a nivel funcional. No basta con conocer únicamente un valor puntual en la analítica para entender su estado, ya que muchos de estos micronutrientes ni siquiera son detectables en análisis convencionales. Suministrar aminoácidos, vitaminas y oligoelementos nos permite mantener un adecuado funcionamiento neurológico y hormonal.