NUESTRO CICLO ALIMENTARIO
¿Desperdicio de alimentos? No en Buchinger Wilhelmi
En nuestras clínicas, todo lo que hacemos está orientado a ayudar a nuestros pacientes para que tengan una vida larga y saludable. Mantener una buena salud incluye, naturalmente, una buena alimentación.
Sin embargo, para nosotros no solo es importante que los alimentos que utilizamos sean saludables para las personas, sino que la dimensión ética desempeña asimismo un papel relevante: nuestros alimentos deben ser compatibles con el medio ambiente y con otros seres vivos. Por ello, en nuestras clínicas se sirven platos locales, regionales y mayoritariamente vegetarianos. Sin duda, la alta calidad de estos alimentos se saborea, pero también ejerce un efecto positivo en el cuerpo, que necesita nutrientes de alta calidad, especialmente durante el ayuno y después del mismo.
Por todo ello, en Marbella hemos puesto en marcha un proyecto ARF
ARF son las siglas de “Amplius Regenerative Food”, lo que significa que trabajamos con pequeños agricultores de la región que han sido seleccionados según criterios estrictos. Además de tener que cumplir las normas del cultivo ecológico, han de promover, por ejemplo, la salud del suelo. En última instancia, todas las operaciones, desde la siembra hasta la cosecha, deben ser regenerativas, es decir, han de funcionar como un ciclo.
Con este enfoque garantizamos un uso sostenible de los recursos, un mayor contenido nutricional y más sabor.
Gracias a una estrecha colaboración, aprendemos mucho unos de otros: por ejemplo, los agricultores y los cocineros intercambian información sobre los alimentos de temporada. A través del proyecto planificamos rigurosamente lo que se planta y se cosecha y cuándo es el momento adecuado para hacerlo. De este modo, sabemos de antemano los productos que llegarán a la cocina de nuestra clínica. Cada seis meses hacemos un “pedido”. Este sistema protege además a los agricultores incluso en momentos difíciles, como durante el cierre motivado por el Covid 19, y por nuestra parte garantiza una buena planificación y un bajo nivel de desperdicio de alimentos.
En Marbella, los escasos residuos de nuestra cocina se reciclan en los terrenos de la clínica en un compostador de lombrices. El abono rico en nutrientes de los residuos de la cocina se utiliza en el huerto de 900 metros cuadrados situado en el recinto de la clínica, donde no se necesitan más fertilizantes. Así podremos seguir cultivando frutas y hortalizas de alta calidad. Este ciclo nos permite conseguir alimentos de alta calidad, ecológicos, naturales y saludables, que en última instancia redundan en beneficio de nuestros pacientes, del medio ambiente y de la comunidad local.
Dr. Françoise Wilhelmi de Toledo & Victor Wilhelmi
sobre la adquisición ecológica de alimentos
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