Consejos para una dieta sana y ligera después del ayuno en Buchinger Wilhelmi
Después de los días de ayuno, el cuerpo necesita readaptarse progresivamente a los alimentos sólidos. Por ello es muy importante seguir una dieta correcta después del ayuno. Para que la cura de ayuno siga teniendo un efecto positivo a largo plazo en su estado de salud, después de la estancia en la clínica, no debería caer de nuevo en los antiguos patrones de alimentación una vez completado el programa. ¡Aproveche el ayuno terapéutico como una oportunidad para cambiar su forma de comer.!
A continuación hemos recopilado información útil que le ayudará a acostumbrar a su cuerpo a ingerir de nuevo alimentos sólidos después de un período de ayuno. En las clínicas Buchinger Wilhelmi de Marbella y del Lago de Constanza, todos los programas de ayuno terapéutico terminan con varios días de readaptación supervisada. Durante esos días disfrutará de recetas saludables elaboradas con ingredientes de alta calidad. Las clínicas de ayuno terapéutico Buchinger Wilhelmi utilizan únicamente alimentos 100% ecológicos certificados. En 2019, nuestra cocina del Lago de Constanza fue distinguida además con el certificado Demeter.
¿Cómo son los días de readaptación después del ayuno terapéutico en Buchinger Wilhelmi?
Tradicionalmente, el ayuno se interrumpe con una compota de manzana a la hora del almuerzo. En los días sucesivos, la ingesta de alimentos sólidos se va instaurando de forma lenta y placentera. El número de días de readaptación depende de la duración de la cura de ayuno. Por ejemplo, ocho días de ayuno van seguidos de cuatro días de readatación, durante los cuales el aporte de calorías se incrementa gradualmente desde unas 800 a 1.600 calorías al día.
¿Por qué son tan importantes los días de readaptación después del ayuno terapéutico?
Los días de readaptación contribuyen de manera decisiva al éxito de la cura de ayuno. Cuando después de ayunar se ingieren de nuevo alimentos sólidos, se activan diferentes procesos de regeneración en el organismo.
Tanto en las neuronas (las células nerviosas) como en otras células, se crean mitocondrias nuevas, las centrales encargadas de suministrar energía a las células. Los especialistas llaman a este proceso biogénesis mitocondrial1.
Como la actividad del sistema digestivo disminuye durante el ayuno, en los días de readaptación es importante acostumbrar de nuevo al cuerpo, con la debida calma y cautela, a ingerir alimentos sólidos. Si se omite esta fase, las consecuencias pueden ser náuseas, vómitos o problemas digestivos. Quien termine el ayuno con una ración generosa de patatas fritas grasientas, estará sobrecargando su cuerpo. Mucho mejor es aprovechar el final del ayuno como un nuevo comienzo para una alimentación saludable a largo plazo.
Durante el ayuno se modifica además la composición de la flora intestinal. La flora intestinal –llamada también microbiota– contribuye decisivamente al funcionamiento de nuestro sistema inmume. Determinadas bacterias intestinales se reducen, otras se multiplican más rápidamente. Durante los días de readaptación aumenta el número de proteínas inmunomoduladoras en sangre, como demostramos en un estudio publicado en 2020. Esto significa que la reintroducción de la dieta sólida estimula el sistema inmunitario, que, a su vez, vuelve a trabajar a toda velocidad.
¿Qué dieta de readaptación se recomienda después del ayuno?
Para mantener los efectos positivos del ayuno terapéutico incluso después de la cura correspondiente, recomendamos reintroducir la ingesta de alimentos sólidos con mucha cautela. Coma despacio, mastique lenta y totalmente cada bocado y preste atención al momento en que se sienta lleno. Después del periodo de ayuno, el cuerpo tiene que acostumbrarse de nuevo a la alimentación integral. Lo ideal es una dieta ovo-lacto-vegetariana equilibrada y moderada (alimentos de origen vegetal, así como leche, productos lácteos y huevos). Una dieta de readaptación vegana también se tolera bien después del ayuno.
Precisamente en esta fase, la calidad de los alimentos reviste especial importancia. Los productos de alta calidad proceden de la agricultura ecológica, no están tratados y, a ser posible, son regionales y estacionales.
En el menú no debería faltar verdura en abundancia ni fruta, complementadas con cereales, como trigo sarraceno, polenta, quinoa, amaranto y arroz. La batata es asimismo una guarnición saludable. Una buena elección para la cena es un caldo vegetal ligero con patatas y verdura cocida. Como aceite se aconseja el de nuez, lino, girasol o aceite de oliva. Los frutos secos también aportan grasas saludables, pero, consúmalas con moderación!
¡Reajuste su sentido del gusto después del ayuno!
Durante el ayuno no solo se depura el organismo. El paladar también se puede “reajustar”. La sensiblidad para lo dulce y lo salado es ahora mucho mayor. Difícilmente habrá una manzana que sepa mejor y tenga un sabor más intenso que aquella con la que se celebra la interrupción del ayuno. Si ahora comienza a reducir el consumo de azúcar, apenas notará la diferencia. El dulzor natural procede de las frutas (sobre todo del plátano y las frutas secas), de la miel, del sirope de arce y del azúcar de caña.
No olvide tampoco beber lo suficiente, pero, por favor, no con las comidas (aquí como máximo un vaso de agua tibia o una infusión), sino a lo largo de todo el día.
¿Qué no debería comer después del ayuno?
En los primeros días deben evitarse los alimentos ricos en grasas, fritos, difíciles de digerir y ultraprocesados, así como refrescos, el alcohol, el café y los edulcorantes. Tampoco deben comerse muchas cosas distintas al mismo tiempo. De dos a tres ingredientes básicos por comida son un buen comienzo.
En los días siguientes a la interrupción del ayuno tampoco están indicadas todas las verduras; el pimiento, la col, la cebolla y los hongos sobrecargan innecesariamente el tracto digestivo. Lo mismo cabe aplicar a las legumbres. Prescinda también de comer fruta que no esté madura. Por la noche no es recomendable consumir demasiadas proteínas. En todas las comidas, calme el hambre inicial con una ensalada. Un aliño sabroso: una cucharada de aceite de oliva, vinagre de alta calidad y hierbas frescas.
¿Cuál podría ser un menú para después del ayuno?
Desayuno:
- Gachas de avena con fruta (ciruelas pasas) O
- 1 Yogur natural (150 g) + 1 cdta. de aceite de lino + 150 g de fruta + 3 cdas. de copos de cereales integrales O
- 5-10 aceitunas verdes (según el tamaño) + 1 tomate + 1 rebanada de pan integral o 150 g de quark desnatado
Almuerzo:
- 1 plato pequeño de entremeses (vegetarianos) O
- Arroz integral con verduras O
- 2 patatas con espárragos (con máx. 1 cda. de salsa; mejor: queso fresco granulado)
Cena:
- Consomé vegetal y verdura cocida O
- Tofu con verdura al vapor O
- Pasta integral con salsa de tomate + 1 cda. de parmesano
Entre horas/Snacks:
- Yogur natural bio (1,5 % de grasa) O
- Fruta fresca O
- 1 puñado de frutos secos sin sal
¿Cómo mantener a largo plazo los efectos positivos del ayuno?
Cada comida debería seguir disfrutándose de forma consciente. Es decir: tómese el tiempo, mastique completamente cada bocado y evite las distracciones, lo que incluye tanto los medios sociales y la televisión como las conversaciones estimulantes. ¡Para ello ya habrá tiempo de sobra después de comer!
Beba como mínimo 2 litros de líquido al día; pero no refrescos, sino agua sin gas, infusiones sin azúcar y zumos de fruta y verdura diluidos.
Para un éxito duradero debería moverse regularmente. Por ejemplo, introduciendo más actividad física en su vida diaria: suba escaleras en lugar de tomar el ascensor, vaya a trabajar en bicicleta o recorra a pie las últimas paradas del autobús. ¿Qué tal un paseo por el parque o el bosque o una clase conjunta de yoga en lugar de una cita para tomar café y tarta?
Siga haciendo de los alimentos regionales y naturales el componente principal de su dieta. ¡Cuánto menos procesados, mejor! Intercalar regularmente días de depuración, en los que se come menos de lo habitual, supone un descanso para el cuerpo. Una alternativa que muchas personas integran muy bien en su vida diaria es el método dinner cancelling, esto es, suspender la cena, por ejemplo, un día a la semana.
Esperamos que estos consejos le ayuden a reincorporarse satisfactoriamente a la rutina diaria después del ayuno y le deseamos un éxito duradero de la cura correspondiente.
