Organic Food

ORGANIC FOOD

Esta pregunta, que se oye a menudo, está ciertamente justificada. Al fin y al cabo, los productos ecológicos son, por lo general, más caros que los procedentes de la agricultura convencional. El mayor precio suele justificarse por sus beneficios para los consumidores, para el medioambiente y para los agricultores.

Dicho sin rodeos: Sí, los alimentos de cultivo ecológico son en su mayoría buenos para la salud y de calidad superior que los alimentos de producción convencional, pero hay diferencias, algunas incluso significativas, como bien sabe el experimentado toxicólogo y biólogo molecular Dr. Robin Mesnage, que dirige varios estudios sobre el microbioma intestinal en el equipo de investigación de Buchinger Wilhelmi. Por ello, merece la pena analizar el tema con él de manera algo más diferenciada.

¿Por qué es mejor comprar productos ecológicos?

Quien prefiera comprar «bio», normalmente podrá elegir entre un amplio surtido de productos ya sea en el supermercado, en una tienda ecológica o en la tienda de productos agrícolas de una granja ecológica. Junto a fruta y verdura de venta a granel hay también productos envasados de manera muy elaborada, paquetes de mezclas de muesli, barritas y todo tipo de platos precocinados. ¿Todo ello es sano porque es «bio»?

Tomemos, por ejemplo, una manzana: en comparación con las manzanas cultivadas convencionalmente, una manzana ecológica procedente de una granja ecológica de la región contiene más vitaminas, además de otros micronutrientes. Asimismo, como demuestran repetidamente los controles aleatorios, no está contaminada, o lo está mínimamente, por residuos de pesticidas químicos. Este dato es importante porque los pesticidas utilizados en la agricultura convencional son potencialmente perjudiciales para la salud, sobre todo para grupos vulnerables, como las mujeres embarazadas y los niños pequeños. Muchos pesticidas se acumulan en el tejido adiposo de los animales y de los seres humanos y también se han encontrado en muestras de leche materna. Cuanto más a menudo se consuman alimentos contaminados por estos productos, mayor será el riesgo para la salud.

La fruta ecológica de la granja suele tener más tiempo para crecer y se cosecha madura, lo que es un punto más a su favor, pues la fruta madura no solo sabe mejor, sino que también aporta más vitaminas, polifenoles y otras sustancias vegetales beneficiosas para la salud.

Lamentablemente, lo anterior no es aplicable indiscriminadamente a toda la fruta ecológica, porque, como no podía ser de otro modo, las grandes cadenas de supermercados hace tiempo que se han dado cuenta de que con la fruta ecológica se pueden conseguir precios más altos y, por tanto, mayores ingresos. Como consecuencia, han empezado a invertir en la globalización e industrialización de la producción de alimentos ecológicos.

Alimentos ultraprocesados: por qué «bio» no es automáticamente sinónimo de sano

Hoy en día, en los supermercados se puede encontrar todo tipo de alimentos ecológicos, incluidos muchos productos precocinados y muchos alimentos que han recorrido largas distancias. Un estudio sobre los supermercados franceses reveló que la mitad de los productos ecológicos que se venden en ellos entran en la categoría de «ultraprocesados», lo que significa que un alimento ha sido alterado mediante calor o por otros procesos y que además contiene aditivos, como azúcar, edulcorantes, sal, grasas, colorantes, emulsionantes, estabilizantes, conservantes, potenciadores del sabor y aromas artificiales. Cuanto mayor es el grado de transformación y más larga la lista de ingredientes, más acuciante es la pregunta de hasta qué punto está justificada la designación «bio» para tales productos.

Pero lo más grave es que el consumo de muchos alimentos ultraprocesados –como han demostrado diversos estudios– está asociado a importantes riesgos para la salud. Estudios realizados por el equipo del Dr. Benoit Chassaing en Francia han revelado, por ejemplo, que los ingredientes de los alimentos ultraprocesados pueden dañar el microbioma intestinal, irritar las mucosas y promover inflamaciones. Estos productos favorecen el aumento de peso, y algunos aditivos se han relacionado con enfermedades cardiovasculares y con el cáncer.

En resumen: Haríamos bien en evitar los productos ultraprocesados, aunque lleven la etiqueta de ecológicos. Si quiere mantenerse sano, elija productos ecológicos buenos, es decir, lo más naturales posible o solo ligeramente procesados, a ser posible de su región; esta es la mejor inversión para una vida larga y saludable.

¿Qué dice la ciencia sobre los beneficios de los alimentos ecológicos para la salud?

Los hallazgos de las ciencias de la alimentación sobre los efectos sobre la salud de una dieta basada en alimentos ecológicos son aún incompletos. Esta situación se debe principalmente a que la mayoría de los estudios realizados hasta la fecha son de carácter epidemiológico, es decir, se pregunta a un número de personas suficientemente representativo si consumen alimentos ecológicos muy a menudo, a menudo, rara vez o nunca, y luego se intenta determinar cuál es el estado de salud de los encuestados. El gran problema de estos estudios es que existen importantes efectos de sesgo derivados de otros factores. Las personas que compran a menudo productos ecológicos también suelen tener mayores ingresos y un nivel educativo más alto, fuman menos y practican más deporte. En otras palabras, probablemente son más sanas porque tienen un estilo de vida más sano en general y no solo porque consumen alimentos ecológicos.

El Dr. Robin Mesnage dirigió un estudio sobre este tema en el King’s College de Londres como parte de un estudio de cohortes de hermanos gemelos, en colaboración con el Prof. Timothy Spector. Los sujetos eran parejas de gemelos en las que uno consumía alimentos ecológicos y el otro no. Los participantes rellenaron un cuestionario y se determinó su estado de salud, incluido un análisis tanto del microbioma intestinal como de la presencia de pesticidas. Si bien se encontraron diversos efectos de los residuos de pesticidas en el microbioma intestinal, el resultado más interesante fue que los participantes tuvieron al parecer dificultades para responder a la pregunta sobre su consumo de alimentos ecológicos. Algunos sujetos que habían declarado inicialmente que consumían alimentos ecológicos negaron esta misma pregunta un mes después.

Este ejemplo ilustra los problemas de tales investigaciones, a la vez que indica que necesitamos diseñar estudios más complejos, idealmente estudios de intervención clínica, en los que en un primer paso se observe y se examine a los sujetos que siguen una dieta ecológica y, a continuación, se les haga seguir una dieta convencional durante un periodo de tiempo determinado, para, en un tercer paso, comprobar de nuevo su estado de salud. Faltan estudios de este tipo. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta ahora permiten deducir algunas recomendaciones.

Recomendaciones para una alimentación saludable

🍏 Verduras, frutas y frutos secos

A ser posible, coma mucha verdura, frutas y frutos secos: son alimentos sanos y ricos en nutrientes que pueden cultivarse de forma respetuosa con el medioambiente.

🌍 Origen del producto

Preste atención al origen de los productos. Los alimentos que recorren largas distancias hasta llegar a su destino, sean ecológicos o no, a menudo no solo tienen un porcentaje menor de vitaminas y de otros micronutrientes, porque se han cosechado inmaduros, sino que también provocan más emisiones de gases de efecto invernadero y otros daños medioambientales que los alimentos producidos regionalmente.

⚙️Grado de procesamiento

Elija preferentemente alimentos no procesados y poco procesados. Cuanto mayor sea el grado de procesamiento, mayor será el riesgo de efectos adversos para la salud. Lea atentamente la lista de ingredientes: si en ella figuran muchas sustancias químicas y nombres que no entiende, probablemente debería evitar ese producto. El término «aromatizante», por ejemplo, puede esconder innumerables aromas producidos artificialmente. Se sospecha que algunos «edulcorantes» alteran la flora intestinal, un «potenciador del sabor» como el glutamato puede provocar dolor de cabeza («síndrome del restaurante chino»), y algunos de los muchos números E de aditivos alimentarios autorizados ocultan conservantes o colorantes artificiales problemáticos, algunos de los cuales pueden ser peligrosos si se consumen con regularidad o si se es sensible a ellos.

🥗 Diversidad nutricional

Igualmente importante es seguir una dieta moderada y lo más variada posible. Busque la variedad incluyendo en su dieta diferentes tipos de fruta, verdura, cereales y legumbres. Pruebe tranquilamente alimentos desconocidos y recetas nuevas: es divertido y ampliará sus horizontes culinarios.

🧾 Sello ecológico

Para orientarse en la jungla de los sellos ecológicos, lo mejor es buscar los productos que siguen las normas más estrictas, puesto que la certificación ecológica no siempre significa que se esté adquiriendo un producto realmente bueno para la salud. Uno de los sellos ecológicos con los requisitos de calidad más estrictos es la certificación Demeter. Este distintivo garantiza que el producto ha sido cultivado según principios biodinámicos, sin pesticidas químicos ni fertilizantes artificiales. Además, las granjas Demeter tienen unas normas éticas muy estrictas en cuanto a la cría de animales y la relación con los empleados.

Vídeo sobre el tema “Organic Food”

El uso de alimentos de alta calidad procedentes de cultivos regionales es algo natural en Buchinger Wilhelmi. Por ello, desde hace tiempo nos abastecemos exclusivamente de alimentos procedentes de explotaciones ecológicas certificadas. En 2019, también nos convertimos en la primera clínica del mundo en obtener el certificado Demeter para nuestra oferta gastronómica. Desde 2021, nuestra cocina cuenta asimismo con el certificado Bioland. Infórmese también sobre nuestro proyecto ARF en Marbella.